El «Principio de los 4 Ojos de ReaLingua» es el resultado de años de experiencia en los que hemos constatado la necesidad de articular el proceso de traducción en 4 fases de trabajo en las que se abordan aspectos específicos a fin de asegurar el control integral y la perfección de nuestro producto, muy conscientes de la delicadeza de las palabras y la importancia de entregar textos sin erratas.

Bajo la coordinación del Gestor de Proyectos, nuestro proceso de traducción incluye:

1. Traducción

A muy grandes rasgos, el traductor interpreta el significado o mensaje de un texto en una lengua origen reproduciéndolo fiel y hábilmente en otra lengua destino de conformidad con sus reglas gramaticales, ortográficas y sintácticas, con su específico campo semántico, con las instrucciones del cliente y con el destinatario.

2. Revisión minuciosa palabra por palabra 

Muy resumidamente, el revisor, que dispone de una competencia adecuada en el sector de especialidad del texto en cuestión en las lenguas origen y destino, coteja palabra por palabra la traducción con respecto a su texto origen para comprobar su coherencia conceptual, terminológica, de registro y de estilo.

3. Lectura final

El lector, grosso modo, lee cuidadosamente la traducción revisada y subsana posibles errores ortográficos, ortotipográficos, de puntuación y redundancias en aras de la mayor precisión discursiva.

4. Control de calidad de formato

La finalidad del control de calidad de formato es comprobar que la traducción refleja el mismo formato de su texto origen en lo que se refiere a tamaño y tipo de fuente, cursiva, negrita, subrayado, división de párrafos, colores, ausencia de dobles espacios, entre otros, y el correcto uso de la ortotipografía según las normas de aplicación de cada idioma.