Revisión: 1.a fase del aseguramiento de la calidad de la traducción.

Revisar es ponderar si la traducción cumple las especificaciones del encargo de traducción mediante el cotejo minucioso de la traducción con respecto a su texto origen (T.O.) y la aplicación de una serie de criterios, para así realizar con rigor las posibles correcciones o mejoras antes de considerar la traducción conforme.
 
El revisor se asegura de:   

  • Conocer las especificaciones del encargo de traducción (destinatario, registro, preferencias terminológicas del cliente, etc.).
  • Respetar el material de referencia (glosarios, traducciones anteriores, sitios web, imágenes, memorias de traducción, etc.).
  • Que la traducción transmita fielmente los conceptos del T.O. en un lenguaje correcto y natural.
  • Que la traducción use una terminología y fraseología adecuadas al lenguaje especializado en cuestión.
  • Que la terminología sea uniforme (especialmente en la traducción técnica) a lo largo de toda la traducción.
  • Que la traducción conserve la creatividad del autor y el registro del T.O.
  • Que los términos traducidos sean los indicados en el material de referencia en caso de proporcionarse.
  • Que el estilo de la traducción sea claro, conciso y fluido.
  • Que la traducción no presente ni adiciones ni omisiones innecesarias.
  • Que la traducción incluya los elementos de texto ocultos traducidos.
  • Que la traducción transmita íntegramente el T.O., sin capítulos, apartados, epígrafes, párrafos, imágenes, tablas, cuadros de texto, pies de página, etc., omitidos.
  • Que la traducción reproduzca con exactitud todas las cifras del T.O.
  • Que los signos decimales se adecuen a las reglas ortográficas del idioma de destino.
  • Que las abreviaturas y los acrónimos sean los acuñados en el país de destino.
  • Que las unidades de medida, fechas, números de teléfono, direcciones, divisas, etc., estén escritos correctamente y su formato localizado para el idioma de destino.
  • Que los nombres geográficos sean los acuñados en el país de destino.
  • Aplicar correctamente las reglas de puntuación, según el idioma de destino.
  • Que la traducción respete el mismo formato del T.O. (tipo y tamaño de fuente, interlineado, negrita, cursiva, versalita, subrayado, viñetas, divisiones de párrafos, sangrías, alineaciones, márgenes, etc.).
  • Que la traducción no presente dobles espacios ni otros errores mecanográficos.
  • Que cada encabezado o pie de página refleje correctamente la información del T.O., sin dar por sentado que si se revisa o corrige uno todos los demás también quedarán revisados o corregidos, puesto que pueden haber errores si existen secciones diferentes.
  • Pasar el corrector ortográfico del procesador de textos para evitar la existencia de posibles erratas.
  • Actualizar los campos automáticos justo antes de dar la revisión por finalizada. Si no son campos automáticos, deberán comprobarse los datos de forma manual; los títulos, subtítulos y secciones de los distintos capítulos deben corresponderse con los del índice.
  • Volver a leer la traducción como si de un texto de origen se tratara. Si resulta innecesaria la remisión al T.O. para comprender algún pasaje, la comunicación de la traducción se considerará eficaz y se validará la revisión.